El aumento de la factura de la luz y las nuevas tarifas que regulan el precio están llevando a mucha gente a preguntarse si es rentable usar la electricidad para calentarse. Hace algún tiempo el llamado «calor azul» parecía un sistema eficiente y económico, aunque hoy no lo es tanto. Esto ha llevado a mucha gente a plantearse la instalación de chimeneas de leña o algún otro sistema, dejando a una lado modelos de chimeneas eléctricas por considerarlas poco eficientes y muy costosas en comparación con el resto.

Por otro lado, con la llegada de nuevas empresas energéticas que ofrecen importantes descuentos en la factura de la luz, todavía hay quien duda acerca de si las chimeneas eléctricas son tan poco rentables como se dice, teniendo en cuenta que hay modelos que necesitan estar enchufados, como las de pellets, para regular el combustible que se consume.

Qué ventaja ofrece una chimenea eléctrica

Empecemos hablando de lo positivo que tiene una chimenea de este tipo, que lo hay. La ventaja principal que tienen las chimeneas eléctricas es que toda la electricidad que consumen la convierten en calor, de modo que a nivel de eficiencia energética se puede decir que están por encima del resto. Las chimeneas de pellets o las de leña pueden tener unas pérdidas de entre el 10 y el 30 %, que no se convierte en calor.

Por tanto, si lo miramos solo como aprovechamiento de la fuente de energía, las chimeneas que utilizan electricidad son las número uno, además de que se puede elegir un diseño de chimenea moderno y muy decorativo, aunque esto es  secundario.

¿Cuándo son rentables las chimeneas eléctricas?

En realidad, que la eficiencia sea su punto fuerte no es realmente algo que ayude a decidirse por estas chimeneas. El precio de la electricidad está por encima de otros combustibles, por lo que estas chimeneas solo son rentables cuando ya están instaladas y se utilizan pocos días en el año. En zonas que no son muy frías puede que no sea interesante cambiar de chimenea porque la inversión no se amortizaría a medio plazo.

Hay situaciones en las que una chimenea eléctrica es la única opción si se quiere disfrutar del efecto decorativo que tiene este tipo de calefacción. Los edificios de apartamentos no permiten colocar una chimenea por razones evidentes, ya que no se puede montar una salida de humos. Además, las medidas de seguridad en estufas eléctricas son las únicas compatibles con determinados materiales de construcción.

Si la zona en la que se quiere instalar la chimenea tiene inviernos largos o la temperatura desciende de forma importante, tener una chimenea eléctrica encendida no es precisamente barato. Incluso con los descuentos y las ofertas de las compañías, el precio de calentarse con electricidad está bastante por encima de otras chimeneas.

La respuesta a si las chimeneas eléctricas son rentables realmente es que no. Es mucho mejor decidirse por otro tipo de sistemas siempre que sea posible, a no ser que se trate de un espacio con poco uso.